(G.Brassens: Stances à un cambrioleur) Vers. español Horacio Cerván.
Príncipe
de rateros entre los hampones
Que
has tenido el buen gusto de elegir mi mansión
Cuando yo por ahí traficaba canciones,
Déjame
dedicar este tema en tu honor.
Quiero
que sepas cuánto valoro tu gesto
De
dejarme cerrada la puerta al salir
Para
no tentar otro ladrón con el resto!
Créeme
que hacen falta ladrones así.
No
robaste más de lo que fue necesario,
Desdeñando
el horrible retrato bocón
Que
uno me regaló para mi aniversario...
Que buen
crítico de arte serías, cabrón!
Otro
signo que muestra tu discernimiento
Y respeto por otro artesano, es que no has
Estimado decente robar mi instrumento,
Lo
que prueba tu noble solidaridad.
Quiero
por esto que sepas que te perdono,
Revisando mis cosas ya puedo afirmar:
No me
las robas tú, soy yo quien te las dono;
Sé
que en manos mejores no pueden estar.
Si hasta el mismo que te habla, con sus cantinelas
No se hubiera salvado, quien sabe quizá
Si no
hubiera seguido por tu misma escuela...
Y
hasta en algún asunto ser tu propio secuaz
Al
vender tu botín, que no te lo escatimen
Ni lo dejes a cuenta al reducidor
(Como
suelen decir en el mundo del crimen:
"Esa
clase de tipo es peor que un ladrón")
Fíjate
que si bien no te estoy delatando
No te
creas por esto obligado a volver...
Cualquier
reiteración rompería el encanto,
Déjame, te lo ruego, que te recuerde bien!
Malandrín,
que mis bienes te sean de provecho;
Que Mercurio
te evite caer en prisión,
Nada que reclamar, los dos "quedamos hechos",
Después
de todo, te debo esta canción.
Post
data: si el robar es tu vida de artista,
Tu
feliz vocación, tu talento especial...
Hazme caso al consejo, vuélvete mayorista...
Y
hasta la policía te bendecirá.