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Bienvenidos

Georges Brassens (1921 - 1981) fue un autor y compositor francés de extraordinaria relevancia. Sus canciones han sido traducidas a muchos idiomas, de allí su influencia sobre los autores de canciones argumentales de todas partes. Escénicamente era muy sobrio; se acompañaba sólo con guitarra y apoyo de contrabajo. Compuso muchas canciones de elegante precisión verbal y original temática; el retrato de personajes olvidados, el rescate de la lealtad, y el reflejo de la sociedad con un tinte de sarcástico humor son la clave de su estilo. Aquí publico unas versiones en español de las canciones de Brassens, ¡cantables! cosa que requiere reelaborar los textos más allá de la traducción literal, respetando el argumento, la métrica, el acento de las frases, y usar rimas que evoquen el sonido original. Propongo estas, mis versiones, con su audio y, en algunos casos, el vídeo ilustrativo. Adelante; estais invitados.

Morir por las ideas



Mourir pour des idées, 1972     VIDEO EN ESPAÑOL

Nota del versionista: Algunos seguidores sugirieron que la anterior versión se apartaba de la original, especialmente porque el final de cada estrofa dice “…mas adelante” en vez de “de muerte lenta” (por la metáfora de posponer el sacrificio). Para tratar entonces de mejorar propongo esta transcripción (dejando también la anterior!) que hallarán también en Spotify. Saludos!

 

Morir por las ideas... es una idea estupenda.
Yo, no me la creí, y casi que palmé
Cuando los del tropel vehemente que la piensa
Aullándole a la muerte fueron sobre mí.
He aquí que me convencen, y mi musa irredenta
Abjura del error, para unirse a su fe
Pero con un rumor de reserva tal vez:
Morir por las ideas, bien, de muerte lenta
Que sea de muerte lenta.


Juzgando que no hay peligro en la demora,
Vayamos sin apuro a ver el más allá;
A qué forzar la marcha y adelantar la hora
Por lemas que el futuro acaso olvidará?
Obsérvese que cosa amarga, descontenta
Rendir el alma a Dios para saber después
Que era una falsa ruta, que fue una insensatez!
Morir por las ideas, bien, de muerte lenta
Que sea de muerte lenta.


Esos predicadores que invocan el martirio
Por otra parte, no se quieren ir de acá:
Morir por las ideas, es el fin y el principio
De la existencia que ellos no se privarán.
Yo he visto tantas veces a esta gente que intenta
ser un Matusalén, por la longevidad,
Que concluyo se deben decir en soledad:
Morir por las ideas, si... de muerte lenta
Muy bien,  de muerte lenta.

De ideas que reclaman que otros se sacrifiquen
Sectas de todo pelo nos dan un carnaval
Por eso, las posibles nuevas víctimas dicen:
Morir por las ideas, muy bien, pero... por cuál?
Y, como todas ellas parecido argumentan
Cuando las ve venir con su declamación
Los sabios se recelan delante del panteón:          
Morir por las ideas, si... de muerte lenta
Que sea de muerte lenta.

Acaso si bastaran algunas hecatombes
Para que el mundo cambie y todo así arreglar,
Después de tantas galas de testas que se rompen
El Paraíso en tierra debiera ya reinar.
Pero la edad de oro va para las calendas,
Los dioses tienen sed y siempre quieren más
Y la muerte, la muerte, vuelve siempre a cobrar
Morir por las ideas, si... de muerte lenta
Que sea de muerte lenta.

Ustedes, los mentores, apóstoles del odio
Mueran primero ustedes, los dejamos pasar
Y por favor, no impidan que vivamos nosotros
Es el único lujo que nos podemos dar
Porque al fin, la guadaña siempre vigila atenta
Ella no necesita ninguna invitación

Ni una danza macabra por cada ejecución
Morir por las ideas, bien, de muerte lenta
Que sea de muerte lenta.


VERSION I:

Morir por las ideas... es una idea brillante.
Yo estuve por morír pues no me la creí,
Cuando los que así piensan, multitud agobiante
Aullando un estertor cayeron sobre mí.
He aquí que me convencen, y mi musa insolente
Abjura del error, y hoy viene a proclamar
Con algún resquemor de reserva, quizá:
Morir por las ideas, bien... más adelante...
Muy bien... más adelante.

Juzgando que no hay peligro en la demora,
Vamos al otro mundo sin prisa por llegar;
A qué apurar la marcha y adelantar la hora
Por lemas que el mañana no recordará?
Obsérvese que cosa amarga, lamentable
Rendir el alma a Dios para saber después
Que era una falsa ruta, que fue una insensatez!
Morir por las ideas, bien... más adelante...
muy bien... más adelante.

Esos predicadores que invocan el martirio
Por otra parte, no se quieren ir de acá:
Morir por las ideas, es el fin y el principio
De una existencia que ellos no se privarán.
Yo he visto tantas veces que esta gente suplanta
Al buen Matusalén, por la longevidad
Que concluyo que deben decirse, en soledad:
Morir por las ideas, bien... más adelante...
Muy bien... más adelante.

De ideas que reclaman que otros se sacrifiquen
Sectas de todo pelo nos dan un carnaval
Por eso, las posibles nuevas víctimas dicen:
Morir por las ideas, muy bien, pero... por cuál?
Y, como todas ellas se parecen bastante,
Cuando las ve venir con su declamación
El sabio se convence delante del panteón:
Morir por las ideas, bien... más adelante...
Muy bien... más adelante.

Si sólo hicieran falta algunas hecatombes
Para que el mundo cambie y el todo así arreglar!
Pero, por más que rueden las testas que se corten
El Paraíso en tierra no se presentará
Porque la edad de oro es remisa a instalarse
Los demonios sedientos siempre vienen por más
Y la muerte, la muerte, vuelve siempre a cobrar
Morir por las ideas, bien... más adelante...
Muy bien... más adelante.

Ustedes, promotores, apóstoles del odio
Mueran primero ustedes, los dejamos pasar
Y por favor, no impidan que vivamos nosotros
Es el único lujo que nos queremos dar
Porque al fin, la guadaña siempre está vigilante
Ella no necesita ninguna invitación
Ni una danza macabra por cada ejecución
Morir por las ideas, bien... más adelante...
Muy bien... más adelante.