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Georges Brassens (1921 - 1981) fue un autor y compositor francés de extraordinaria relevancia. Sus canciones han sido traducidas a muchos idiomas, de allí su influencia sobre los autores de canciones argumentales de todas partes. Escénicamente era muy sobrio; se acompañaba sólo con guitarra y apoyo de contrabajo. Compuso muchas canciones de elegante precisión verbal y original temática; el retrato de personajes olvidados, el rescate de la lealtad, y el reflejo de la sociedad con un tinte de sarcástico humor son la clave de su estilo. Aquí publico unas versiones en español de las canciones de Brassens, ¡cantables! cosa que requiere reelaborar los textos más allá de la traducción literal, respetando el argumento, la métrica, el acento de las frases, y usar rimas que evoquen el sonido original. Propongo estas, mis versiones, con su audio y, en algunos casos, el vídeo ilustrativo. Adelante; estais invitados.

A la sombra del marido

A l'ombre des maris - G. Brassens, 1972 vers. al esp. x Horacio Cerván

No se fastidien los dragones del recato,
Pero, de haber tenido que honrar el papel
Al mando del Titanic, hubiera yo ordenado:
"A los botes primero las damas infieles"

Que a la mujer infiel nadie tire una piedra, yo voy tras ella!

Pues por calmar la sed, la fiebre torturante
Del hombre solitario que no es de metal
Ninguna es comparable a la esposa inconstante
La mujer de viajante es el tipo ideal.

Que cada uno ame, pues, del modo preferido,
Pero en lo que me toca les hago saber
Que yo busco la dicha a la sombra del marido.
Y no hay nada más fino que una dama infiel.

A la sombra del marido, pero ni qué decirlo;
Que no voy a campaña sin ver quien es quien
Si a la señora Pérez sintiérame atraído
Hace falta que Pérez me guste también.

Conviene que el fulano sea un tipo presentable
Si no, en ese momento me cambio de plan;
Porque soy delicado, y no me es agradable
Compartir con un hombre que me caiga mal.

Lejos mis debuts, en que sin experiencia
Las de los policías solía rondar
Era que no era aún cultor de la excelencia...
En pecado de estilo ya no caigo más.

Sí, soy puntilloso, y no estoy exagerando
Debe ser el marido todo un gentleman,
Porque es frecuente que vayamos cultivando
De pasar el relevo una gran amistad.

A veces me han tocado maridos tan infames,
Pero hay otros tan buenos y cálidos, que
Aún cuando su mujeres ya no se las ame
Simulamos hacerlo tan sólo por él.

Y el caso es que ahora, triste, estoy desmejorando:
Por tener que seguirle a una ingrata el favor
Pues su marido y yo ya somos como hermanos
Y por el buen amigo sufro el sinsabor.

No es que ya me disguste, es que también me engaña
Y si llego resuelto a mandarme a mudar
Gritando "Ya estoy harto, es tiempo que me vaya!
El marido suplica: «No me vas a dejar!».

Y entonces me arrepiento, lo apoyo, lo sostengo
Le digo: "mi cornudo perfecto eres tú"
Contesta conmovido: "de todos los que tengo
Para mí son tus cuernos un faro de luz".

Y me quedo, y hasta a veces, cuando la muy fresca
Llega tarde a la cita con su nuevo amor,
Que la niñera se ha ido, y el marido anda a la pesca,
El que les va a cuidar a los niños.soy yo...

... Que nadie tire una piedra a la mujer infiel!