A la sombra del marido -
Balada de los idiotas felices -
Buena Margot -
Cancion para el Auvernes -
Cerca de mi árbol -
Con toda mi cordialidad -
Coplas a un ladrón -
El Cordero de Panurgo -
El Pornógrafo -
El Principe Rengo [Nadaud] -
El Testamento -
El Viento -
El abuelo -
El bodegon -
El buen hombre -
El descreido -
El enterrador -
El fantasma -
El gorila -
El gran roble -
El guiñapo -
El mal sujeto arrepentido -
El ombligo de las mujeres de los agentes de policia -
El paraguas -
El pequeño trovador -
El que erró el camino -
El tiempo no tiene importancia -
El tiempo que se fue -
El tío Archibald -
El viejo [El Ancestro] -
Fernande -
Gastibelza [V. Hugo] -
Hacerse empomar -
Hecatombe -
Hoy me encuentro con vos -
La Marina (P. Fort) -
La No Pedida en Matrimonio -
La Primer Guerra Mundial -
La andropausia -
La fila india -
La maestra de escuela -
La mala reputación -
La mala yerba -
La mujer de Hector -
La mujer de diez australes -
La primera chica -
La princesa y el rascatripas -
La rapada -
La rosa la botella y el apretón de manos -
La ruta de las cuatro canciones -
La tormenta -
La zurra -
Las lilas -
Las trompetas de la fama -
Los Patrones -
Los ajís [Les radis] -
Los amoríos de los bancos públicos -
Los funerales de antes -
Los que no piensan como yo -
Marinette -
Marquesa (Corneille-Bernard) -
Me empequeñeci -
Morir por las ideas -
Nada que perder -
Noventa y cinco veces de cien -
Penélope -
Por lo menos si fuera hermosa -
Puta de ti -
Suplica para ser enterrado en la playa de Sète -
Tormenta en la pila de bautismos -
El fantasma
Le Fantôme, 1966
Vestía con un trapo blanco,
Temblaba de un modo inquietante
y parecía hecho de plasma,
Tenía el espectro en cuestión
Todo el aire de una aparición,
En un decir, ¡era un fantasma!
Por su manera de avanzar,
Su forma de balancear
El dorso, algo convexo,
Supe que había que tratar
Con uno del género que me gusta más:
Un fantasma del bello sexo.
“Soy un espíritu, que se perdió
Me dijo con voz de temor,
Un fantasmita confundido
¡No encuentro el fuego fatuo que dejé,
Ni los huesitos que arrojé
Para marcar mi camino!”
“Algún poeta sin inspiración
Habrá tomado ¡qué aberración!
Mis fuegos fatuos por luceros...
Los pobres perros del lugar
se habrán roído ¡que pena me da!
De mis huesos el tuétano”.
“Cuando llegue el amanecer
¡Vaya el aspecto que tendré
Con este trapo lamentable!
Y en este siglo profano en el que
Casi nadie nos quiere creer
Van a gritar que soy un fraude”.
Yo tengo blando el corazón
Por poco lloro de emoción
Ante el problema del fantasma.
La tomé de la mano y le
Dije "el camino yo te mostraré
Para volver a casa”.
La historia acabaría aquí,
Pero sopló la brisa, y
Subió la sábana un momento
Cierto, faltaba algún sector,
Pero el resto, era mucho mejor
Era más bien perfecto
Mi Cupido, que tenía la
Flecha tan fácil tiempo atrás,
Dió en el blanco, y con fuego en el alma,
Astutamente la invité
A la hermosa a tomar un café
Y a ver mis colección de estampas...
“Querido, piénselo muy bien,
Tengo mil años más que usted...”
Qué le hace el tiempo, madame, a nuestro idilio?
Cargué al fantasma entre mis brazos
Y lo llevé bien envuelto en su trapo
A mi domicilio.
Y bien, señores, la verdad,
La dama de la antigüedad...
No le faltaba aprender nada!
Más experiencia en el amor
Tenía que ciertas damas de hoy
¡Y no voy a nombrarlas!
Por la mañana desperté
Estaban sacudiéndome...
Era mi padre con voz recia
Que me gritaba: “levántate,
Vamos, arriba de una buena vez
Tienes que ir a la iglesia!”