El cordero de Panurgo

Le mouton de Panurge, 1964

Aún no tiene puesta la pluma
La flecha que pueda alcanzar
su corazón, que no se alumbra
Cuando se ofrece a algún galán
Le dan risa los viejos poemas
Los rodeos, la seducción
De las Venus de la vieja escuela
Que hacían el amor por amor.

Pero no vaya uno a pensarse
Qué la consume el ansia, no.
Lo que la lleva a así ofrendarse
No es ver la cima de la emoción
No es romántica ni misteriosa
Ni suspira de languidez
Y ve como una cosa curiosa
A la que hace el amor por placer.

Y tampoco vaya a creerse
Que cuando accede a dar su amor
Lo da como el premio suntuoso
Que algún pudiente le compró
Antes de pactar entregarse
Nunca va a presupuestar,
No es de esas bellas venales
que hacen el amor por lucrar.

Pero entonces, por qué es que se entrega
Sin corazón, sin renta, sin placer?
Si el amor no paga las penas...
Por qué lo juega con desdén?
Si cualquiera casi sin esfuerzo
La desviste en un santiamén...
Sólo es porque es un acto moderno,
Lo que ahora está en boga, y le va bien.

Pero cambian costumbres y chicas
Y puede ser que un día quizás
Le dé en el pecho la flecha perdida
Que esté tal vez buscándola
Y seguro que habremos de verla
Jugando el juego con la pasión
De las Venus de la vieja escuela
que hacen el amor por amor.